jueves, 8 de diciembre de 2022

"EL TIEMPO" (REFLEXIÓN) CONTINUACIÓN III

 Recuerdo una conversación con un buen amigo y compañero de trabajo sobre el Tiempo. Le pregunté sobre la jubilación, si tenía claro lo que haría cuando se jubilase. Su respuesta fue clara y rotunda "disfrutar del Tiempo". Él me explicó que si por él fuera, se prejubilaria lo antes posible. No por tener problemas en el trabajo ni por la empresa en sí, sino para ser el único dueño de su Tiempo. Hacer lo que quiera cuando quiera y con quien quiera. Eso para él lo es todo. Tirarse una mañana lluviosa tranquilo en casa leyendo un libro, pasear una tarde por la playa viendo el atardecer, viajar cuando los demás trabajan para hacerlo más tranquilo y más barato. 

Teníamos compañeros que con cincuenta años estaban obsesionados con aumentar su patrimonio inmobiliario y estaban cargados de deudas. Aprovechaban todos los fines de semanas y festivos que la empresa les permitía para hacer horas extras. Se llevaban meses sin descansar ni un día, descuidando el tiempo para estar con sus esposas e hijos. En fin, cada uno es dueño de gestionar su Tiempo como quiera.

Él y yo, que ya tenemos los cincuenta años, coincidimos en que no queremos más deudas bancarias. Pagar la hipoteca lo antes posible para disponer del salario completo cuanto antes y no deber nada a los bancos. También conocemos casos de antiguos compañeros que una vez jubilados no saben que hacer con su nueva vida y no lo están pasando muy bien que digamos. ¡Pero vamos a ver! en cuarenta y tantos años que llevas trabajando ¿no has tenido tiempo para saber qué hacer cuando te jubiles?. 

Cuando era joven me llamaba la atención los extranjeros que vivían en las costas españolas. Eran sobre todo ingleses y alemanes, mayores y que estaban empadronados en nuestro país. No me extrañaba porque nuestro país es muy bonito y tiene un clima mucho más agradable que el de ellos. Hasta que un día charle con un alemán mayor y me explico que además del clima y las maravillosas costas, el nivel de vida en Alemania era mucho más caro que en Cadiz, que era donde residía. Además, su poder adquisitivo era mayor, porque en aquellos momentos el Marco alemán era su moneda y muy superior que la peseta española. No me parece una idea descabellada, más bien todo lo contrario. 

Otra cosa que me llama la atención son algunos ingenieros compañeros míos, que con 67 años no quieren jubilarse voluntariamente. Sino me equivoco creo que a partir de los 62 años pueden prejubilarse. Están hasta el ultimo día que les permite la ley o la empresa, lo mismo me da. ¡Por Dios vendito! ¿no tienen familia o amigos con quien compartir el tiempo? ¿no tienen aficiones, lugares que conocer o ganas de tirar el despertador a la basura?. 

Una vez le pregunté a uno con el que tenía confianza que si se jubilaba. Me dijo que tenía 66 años y que lo haría el año siguiente, cuando no le quedara más remedio, porque perdía dinero. Claro, este señor trabajando cobra unos 5.000 euros y jubilado creo que el tope está en unos 2.800 euros. Pero vamos, eso creo que nos pasa a todos. Cuando te jubilas la pensión que cobras suele ser menor que lo que cobrabas trabajando. 

Otros dicen que es porque les gusta su trabajo y aguantarán hasta el ultimo día. Y me parece una razón muy respetable. Pero claro, si todos nos jubilamos lo más tarde posible, no damos la oportunidad de trabajar a la gente joven. Creo que estos son ciclos naturales, tú te jubilas  y dejas paso a otro más joven para que ocupe tú lugar ¿no?. ¡Lo mismo es que nos importa un comino darle una oportunidad a los demás porque nuestro egoísmo no nos deja ver la realidad!. 

La vida es bonita, injusta, llena de altibajos, muy compleja gracias a nuestra culpa y por muchos siglos que vivamos no aprenderemos nada. Actualmente vivimos una vida muy acelerada, no intensa, sino una vida totalmente programada y organizada. Queremos parecernos a los demás, anhelamos  el coche del vecino, la casa del compañero de trabajo, el móvil del amigo. Dejamos los pueblos para sumergirnos en grandes ciudades, grises, impersonales, donde no conocemos a nuestros vecinos y nos convertimos cada vez más individualistas. Paseamos mirando la pantalla de nuestro teléfono que cada vez es más de todo menos teléfono. Tenemos amigos virtuales con los que charlamos a través de mensajes, sin oír su cálida voz ni ver su  rostro. Compartimos vídeos y frases hechas a cada momento. 

Pero yo no me rindo, me siento en el suelo mirando el infinito del maravilloso campo. Oyendo la melodía del silencio y el cantar de las aves. Siento como mi cuerpo se relaja y mi cabeza deja de pensar mientras mi alma se va regenerando en paz y armonía con el entorno. Me siento feliz, alegre, sintiendo los latidos de mi corazón cada vez más fuerte. Noto como la tristeza y la melancolía me abandonan dejando lugar a la dicha que me alimenta como si fuera una flor, que llego seca y marchita y poco a poco va tomando nutrientes de la tierra. El sol y la briza me dan las vitaminas y energía que necesitaba. Contemplo el arcoiris mientras una suave llovizna me moja de pies a cabeza dándome el ultimo ingrediente que me faltaba. Ahora soy una flor radiante, de intensos colores que se mueve bajo el capricho del aire del Sur, bailando una danza familiar que me recuerda mis orígenes, mientras contemplo a lo lejos las olas chocar contra el espigón. Que pasen los minutos y las horas que yo me quedo aquí hasta que la vida me abandone. 

Recuerdalo siempre por favor te lo pido: "Aprovecha tu tiempo y no lo malgastes, pero sobre todo lucha por hacer realidad tus sueños".


FIN


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