lunes, 25 de marzo de 2013

CAPITULO XX ( Y ULTIMO ) : REGRESO A LOS ORÍGENOS




                                                  Hola Rocío


Sé que eras tú. Si, así es. Eras tú la chica de cabello largo y gafas ultimo modelo. Tú eras la chica que estaba montada en ese flamante coche alemán. Tú eras la chica que vi por el retrovisor de la moto justo antes de llegar al garaje. Eras tú quien decidió salir pitando cuando viste quien me acompañaba en la moto. Si, todas esas eras tú. Pero no me diste la oportunidad de saludarte cuando viste mi cara al quitarme el casco, no me dejaste presentarte a mi querida Ana. No sé que ha podido pasar por tú cabeza durante todo este tiempo, pero creo que alguien se ha equivocado en algo.

Hace tiempo que no te mandaba una carta, pero desde hace bastante tiempo mi vida ha dejado de ser una vida solitaria y melancólica. Mi camino se cruzo con el de Ana y es lo más dulce que me ha sucedido en muchisimo tiempo. Ella sabe de tú existencia, sabe quien eres, sabe el porque y desde cuando nos escribimos cartas. Lo ha entendido todo. No existen celos, ni desconfianza por su parte. Sabe lo importante que ha sido para mi todas estas cartas y todo lo que ha significado. Es la propietaria de mi amor. Me quiere incondicionalmente, conoce mis virtudes y mis miserias. Vivimos juntos y se me hace fácil. Después de catorce años viviendo sólo, ha sido una vendición la convivencia con ella. Ella es mi mejor amiga, ella es la culpable de que me sienta feliz y pleno. Ella es la que me anima a volver a mi Sevilla para siempre y está dispuesta a dejarlo todo por venir conmigo. Mi vida ha dado un giro de ciento ochenta grados gracias a ella. La ilusión ha llamado a mi puerta y viene con ganas de quedarse para siempre. La amo por encima de todo. Es mi premio por una vida llena de desamores y relaciones frustadas. Ha desterrado todas las ilusiones que tenia muy olvidadas, mi pasión por las motos la empieza a compartir conmigo. Nuestra relación es "normal", sin extravagancias ni historias raras. Cuando salgo de trabajar sólo deseo ir a casa para estar con ella. Esa es Ana.


Durante todo este tiempo he querido lo mejor para ti y nunca he pensado que lo mejor sea estar conmigo. Eres una chica joven y bella, por eso, sólo tienes que darle tiempo al tiempo. El amor puede estar a la vuelta de la esquina, tan sólo hay que tener paciencia y tener el corazón abierto, sin barreras. Yo, que siempre he sido pesimista en los temas del amor y que el tiempo me ha golpeado en la cara demostrándome que no estaba en lo cierto. El amor llega, y llega sin complejos ni dificultades. El amor no cuesta, no tiene aristas ni doble filo. Por eso estoy seguro que sólo tienes que darle tiempo al tiempo que al final todos tendremos lo que nos merecemos.

Ahora te toca a ti, te toca buscar tú verdad y tú paz. Un golpe de suerte que debes buscar por tú cuenta y de la forma que mejor veas. Soltar todo lo negativo, desahogarte de la mejor manera que veas. Busca el Eneagrama, leelo, investiga cual es tú NUMERO para saber quien eres y como  eres. Recuerda que para ser feliz con los demás tienes que serlo contigo mismo. Aunque te parezca un poco místico y pasado de moda mis consejos, recuerda que sólo quiero lo mejor para ti. Grita, salta, escribe cartas a nadie, has lo que quieras pero suelta todo lo que llevas dentro. No sólo tienes que saber lo que no quieres, también tienes que saber lo que si quieres.


Lo que no comprendias de mi anterior carta es muy fácil. Sólo quería decirte que he vuelto a mis orígenes. Vuelvo a mi tierra, vuelvo a ser yo. Vuelvo a ver la vida con optimismo, con fuerzas para afrontar todo lo que la vida me quiera poner por delante. En definitiva, Javier vuelve a ser Manuel.


Y llegó la hora de que Javier se despida con un hasta siempre. Esperando que te vaya muy bonito y que el futuro te guarde un millón de cosas lindas.



                                                 Un fuerte abrazo, tú amigo



                              M. León




P.D. :   FIN














jueves, 7 de febrero de 2013

CAPITULO XIX : ALGO DE TI

                                        Hola Javier


Ayer recibí tú carta. No sé como decirte cuanto lamento lo tuyo con Milagros, tuvo que ser muy duro para vosotros, sobre todo con la edad que teníais. Siempre he pensado que los problemas y dificultades se acentúan mucho más cuando se es muy joven. Por otra parte, entiendo perfectamente la postura que tomaste ante tal poblemón (creo que yo misma habría reaccionado de la misma manera que tú).

 Lo que más me fascinó de esta ultima carta tuya es la manera y la intensidad de reflejar tanto dolor sufrido. No es mi intención juzgarte, pero dando un repaso a todas tus cartas veo que tú vida no es ni por asomo un cumulo de experiencias placenteras, sino todo lo contrario. Además, también tengo que confesarte que la otra parte de la carta no la entendí muy bien. Por un momento pensé que otra vez habías abierto otra botella de vino y ¡chas, a desvariar un poco!.

Por más vueltas que le daba a la carta, no le encontraba sentido a tus palabras. Lo siento, pero esa forma de desvarío me puede y no alcanzo a adivinar tus palabras. Espero que me puedas perdonar, pero yo no tengo esa facilidad de adornar las frases como tú.

Pero aún así, tengo que reconocer que me encanta tú forma de expresarte, cuanto sentimiento le pones a todo lo que cuentas y sobre todo cuanta sensibilidad hay en ti. Veras como al final me puede la curiosidad y doy el paso de ir a tú casa a conocerte en persona. Ya no tengo excusa, en el dorso de la carta viene tú dirección y con un simple avión ya estoy en esas tierras manchegas como tú las llamas para verte por fin. 

Creo que poco más tenga que contarte, sólo que estoy deseando conocerte y compartir esos momentos de tertulia junto a un café y tú agradable compañía.


Una gran admiradora tuya


                                                           Rocío



P.D :  Ya he visto la foto que me mandaste y me reservo el comentario hasta que te vea en persona.