martes, 8 de febrero de 2011

NOVENO CAPITULO : UNA TARDE MARAVILLOSA


                                       ¡Hola Rocío!


No te puedes hacer una idea de lo bien que me lo pasé el domingo con Cristina. Ese es el nombre de la panadera, Cristina. Si el nombre me gusta, no te imaginas cuanto me gusta su propietaria. 
Fue una tarde maravillosa, aunque el tiempo no acompañaba mucho pero la velada no pudo ser mejor. Llegué a la cafetería de mis amigos donde había quedado con ella y me senté en la mesa que siempre elijo cada vez que voy. Allí estaba yo, sentado cómodamente y con unos nervios que no me dejaban estar quieto.

Pedí un café cortado, acompañado de un licor de guindas como siempre tomo. Licor que además de ser el que más me gusta, es un recuerdo constante a mi paladar. Me recuerda a Cazalla de la Sierra, pueblo  donde nació uno de mis abuelos y lugar elegido para escapadas los fines de semana que podía con mis amigos de Sevilla. Pero de Cazalla ya te hablaré en otra carta, ahora voy a centrarme en mi cita con Cristina.

A los diez minutos de de llegar a la cafetería, llegó ella con aspecto alegre y tímido a la vez. Empezar la conversación fue un poco complicado al principio, pero transcurridos unos minutos todo fue muy fluido.
Hablamos de muchisimas cosas, más de las que yo podía imaginar antes de entrar en el establecimiento.
Ella me hablo de su vida, de su pasado, proyectos a corto y largo plazo. Me contó como era su rutina diaria, sus hobbies y viajes.
Hablé de los mismos temas que ella, pero yo buscaba un poco más en lo más profundo de su apacible mirada. Descubrí mucho dolor, alegrías, una voluntad de hierro, constancia, organización en el ámbito profesional, y una cosa que me sorprendió gratamente. 
Es una mujer muy inteligente y culta, cosa con la que no contaba debido a su profesión, pero que ella me explicó rápidamente. 


Estudió la carrera de Filología hispánica, trabajó durante muchos años en una editorial pero un día decidió coger las riendas de su vida. Dejó atrás una vida cómoda para hacer realidad todas las ilusiones que guardaba en su corazón. Empezó a trabajar en lo que le apetecía, viajó a lugares que siempre había soñado ir. Rompió con los convencionalismos, vivió una vida modesta pero muy rica en experiencias. Forjó un presente pleno de sabiduría, madurez y grandes momentos.

Yo la oía hablar entusiasmado. Tenía la sensación de estar sentado junto a una mujer segura de si misma, equilibrada, sensata pero a la vez con un toque de aventurera e impulsiva. Yo estaba en lo cierto cuando pensé que ella era "esa mujer", la que tantos años he estado esperando. Algo más que un físico. Eso es lo que yo deseaba encontrar. Una mujer inteligente y culta, una mujer capaz de llevarse horas y horas hablando conmigo, una mujer dispuesta a afrontar los pesares de la vida junto a un hombre merecedor de su compañía, dulce y con un toque de inocencia que a mi se me antoja encantadora. Una sensibilidad muy agudizada, con principios, natural, espontánea, con una voz cautivadora.


En definitiva, la mujer con la que me gustaría compartir el resto de mi vida. Hablamos y hablamos, reímos hasta decir basta, mis reflexiones y las suyas eran hermanas gemelas. Como disfrute Rocío, no te puedes hacer una idea. Ella me miraba fijamente mientras hablábamos, y una sonrisa se iba dibujando en sus labios. Había complicidad, química, feeling como dicen ahora. Había una montaña gigantesca de todo esto y más.
Mi mirada se multiplicaba por cientos y no solo miraba sus ojos, también su escote, sus piernas, sus manos.
El deseo se apoderaba de mi cuerpo, el corazón palpitaba más y más. La primera copa se convirtió en la segunda, la tercera.... mi lengua se hacía más rápida, mis pensamientos más lascivos. ¿ Cómo podía desear de esa manera a una mujer que acababa de conocer?.

Hasta que ella se dio cuenta de que ya no la miraba con los mismos ojos de aceptación y admiración, sino que ahora lo hacía con ojos de deseo y lujuria. Y con un _ bueno, si te parece bien podíamos dejarlo por hoy, además estoy algo cansada. ¿Te parece bien que quedemos pasado mañana?, me dijo con una voz sensual y dulce, o por lo menos así me lo pareció. ¡Claro que si! contesté yo. Y así fue como termino mi primera cita con esta maravillosa mujer.



                                                        Un Saludo




                                                                             Javier




P.D. : No te puedes hacer una idea de las ganas que tengo  que llegue el MARTES.



6 comentarios:

Marialu dijo...

Pq nadie dice nada???
Nadie se alegra de q Javier se haya enamorado???
No lo entiendo.....

Marialu dijo...

Pq nadie dice nada???
Nadie se alegra de q Javier se haya enamorado???
No lo entiendo.....

Anónimo dijo...

Menudo silencio tan significativo. ¡Que esto no es un final de cuento de hadas...! estoy deseando saber qué sucederá el martes.

Anónimo dijo...

y yo... acabo de leer el noveno capitulo y deseando saber que pasará en su próxima cita.

Anónimo dijo...

Pues ya el martes está por terminar y esperando estoy el siguiente,q pasa......

Marialu dijo...

Bueno bueno q pasa con el otro capitulo????
Cómo te haces de rogar!!!!