lunes, 3 de enero de 2011

CUARTO CAPITULO : ¿ QUIEN ERES TÚ ?

Hola, ¿ Como estas ?.


Tengo que confesarte algo. Desde que fui al buzón de correos y metí el sobre que contenía mi primera carta, me pregunte : ¿quien recibirá esta carta si no pongo ningún destinatario?. Es una pregunta que se repite en mi cabeza cada vez más. ¿Sera un hombre o una mujer?. Esta claro que de vuelta no llega, porque de ser así no habría entrado en el estúpido juego de mandar cartas para recibirlas de nuevo en mi buzón a los pocos días por el señor cartero.



Una cosa esta clara, y es que las cartas no vuelven a mi. También me pregunto si alguien en la oficina de correos tirara las cartas a la basura, aunque eso no tiene ningún sentido. Conociendo el personal de correos, esa idea es totalmente descabellada, porque sé de buena tinta que son gente de bien y muy cumplidores en su cometido. 
Así que... ¿donde demonios estarán esas cartas?. Desde luego es un verdadero enigma para mi, aunque más que un enigma se me antoja inquietud lo que siento, tras pasado casi un mes y no tener ninguna respuesta de lo acontecido en todo este tiempo.

Por suerte, el saber que pongo mi dirección y nombre como remitente me reconforta. Ya que de ese modo puedo soñar con una respuesta de esa o ese destinatario desconocido.


Para serte sincero, me encantaría que fuera destinataria más que destinatario. Y no se trata de un sueño juvenil, no. Tampoco un método nuevo para ligar, tampoco. Pero me gustaría que fuese una mujer la que recibe todas mis cartas, sepa lo que siente un hombre como yo, lo que he sufrido, lo que he amado y de que manera, como son las lágrimas que derraman mis ojos en la soledad de mi cama, como es mi soledad y como la padezco. Que sepa como huele mi alma, que sabor tiene mi espíritu, el color de mis miedos, el sonido de mis desengaños y el tacto de mi pasión. En resumidas cuentas, quiero que lea y sienta como abro en canal mi cuerpo y pongo mi corazón en cada una de mis cartas, con un único sentido y razón llamado " Sinceridad absoluta " .



A partir de ahora tendré como una fantasía, que ese destinatario misterioso sea una mujer. Pero no seras cualquier mujer, no. Seras " la Mujer " . La mujer de mi vida, la mujer que siempre he anhelado y nunca he tenido, la mujer que siempre busque y nunca encontré. Esa mujer capaz de ser mi amiga, amante, compañera, camarada, confidente de mis secretos, mi antídoto para los malos momentos y mi almohada en mis sueños.
Esa novia, pareja o esposa que nunca estuvo. Que cada poro de mi cuerpo habría dado un mundo por tenerla junto a mi y no perderla jamás.

Una mujer sin rostro, sin cuerpo ni cabello. Con la altura y peso por determinar. Sólo me quedo con sus ojos y aunque no tenga un color específico, su mirada sea la que siempre acompaña a mis sueños.
Una mirada intensa, delicada, inquieta, dulce y bondadosa. Inteligente y tenaz, con un pasado y un presente, pero que su futuro siempre acompañe a la mía.


¡ Seria maravilloso ! . Pero sin querer pecar de pesimista, se me antoja imposible a estas alturas de la vida. Recuerda que te dije en una de las anteriores cartas, que yo tengo un maleficio, un conjuro malvado proveniente de no sé que parte.

Me da igual de donde provengas, religión o color de piel. Me trae totalmente sin cuidado la clase social a la que pertenezcas. Si estas soltera, divorciada, separada o viuda. ¡ Que alegría me darías !, ni te lo imaginas. Cuanto me gustaría que fueras " tú " quien me haga creer otra vez en el amor de una vez por todas. Que acabes por fin, con este resentimiento guardado en mi corazón para siempre.
Es la primera vez que deseo algo así, porque siempre he pensado que nunca lo encontraría. Una resignación comedida y tranquila, era la que he tenido hasta hoy.
¡ Sí !, hoy cambia todo. Mis resignaciones, mi miedo a que seas " tú " quien rompa esta coraza de inseguridad y desconfianza. No me gustaría conocer más mujeres de esas que piensan :  " me encanta como eres, ya te cambiaré " .
No quiero más aventuras, ni más rubias altas con piernas interminables, que sólo piensan en coquetear con todos los hombres habidos y por haber, importándole un pimiento mis sentimientos o parecer.
No, tampoco quiero sentarme más delante del ordenador y entrar en esas paginas de relaciones, para mirar foto por foto, perfíl por perfíl, como si estuviera buscando una mujer por catálogo.
¡ Ya no más !, ¡ nunca más !, sólo quiero encontrarte a ti. 




Poder compartir mi vida, mis sueños, mis victorias y fracasos, una botella de tinto en Logroño, una de blanco en Sanlúcar de Barrameda, un Whiskey en Dublín, un capuccino en Florencia, leer un libro con mi cabeza apoyada en tu regazo, cuidarte cuando tú enfermes, sentir tú respiración mientras duermes y besar tus labios cuando despiertes.

Un día me preguntó un buen amigo mio : ¿ Javier, cuantas mujeres has conocido desde que saliste de Sevilla?. Demasiadas, conteste yo.
Ni te imaginas lo que daría yo por tener un sólo momento, un momento conmigo, un momento contigo, sentados en mi sofá, tomando un whisky de doce años, en este caso escocés, por eso no he puesto whiskey como antes, ya que este otro es irlandés. Escuchando " Georgia on my mind " , mientras enciendo un cigarrillo. Sin hablar, los dos callados, en silencio. Mirándonos a los ojos y leyendo nuestros pensamientos.

Así que, ya que no estas aquí, me serviré ese whisky



                                       Un saludo.






P.D. :  Si eres un hombre, perdoname pero la prefiero a ella.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El comienzo de cumplir un sueño es soñar, mucha suerte. Hay mucha sensibilidad en tus palabras, sueña
,un saludo Pilar

Anónimo dijo...

Y los sueños, si los vives, se pueden hacer realidad…